La vida es sueño es un clásico del género dramático. Está marcado por las creencias de su autor, Calderón de la Barca, quien pertenecía a la religión católica. En la obra se plantean temas filosóficos como son la libertad, el destino, la vida, la dualidad, la religión y el libre albedrio frente a la predestinación.
La obra se desarrolla en tres escenarios diferentes; los principales son la prisión de Segismundo y el segundo es el palacio del Rey Basilio. Sin embargo rompe entre estos dos escenarios el de un campo de batalla en el que se enfrentan Segismundo y Basilio.
La historia es escrita en tres jornadas:
En la primera de ellas Rosaura viaja acompañada de Clarín, hacia Polonia y sufren un imprevisto que los lleva a una torre en la que está encerrado desde su nacimiento Segismundo. En este punto se da el conocido soliloquio de Segismundo en el que se pregunta si el siendo más que las aves, los brutos, animales, peces incluyendo los arroyos; son ellos quienes poseen mayor libertad.
Segismundo se encuentra encerrado en ese lugar porque un adivino predijo que sería un tirano, razón por la cual su padre decidió encerrarlo. Sin embargo el Rey Basilio decide hacerle una prueba para comprobar la predicción del oráculo. Si esta afirmación resultase siendo cierta le mandarían nuevamente a su prisión y gobernarían los dos sobrinos del Rey: Astolfo y Estrella.
En la segunda parte, el Rey Basilio le trae a palacio pero haciéndole creer que todo es un sueño. De esta forma se guardan si Segismundo es en realidad un malvado príncipe.
Segismundo se comporta de manera como un príncipe tirano e incluso tira a un criado por una de las torres de palacio, agrede a Rosaura y a Clotaldo. En vista de esto, el Rey Basilio decide volverle a su prisión pues ha demostrado que es un príncipe déspota.
La jornada termina con el monólogo de Segismundo que le da el nombre de “La Vida Es Sueño” a la obra. Él se encuentra encerrado en la torre:
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
Una sombra, una ficción,
Y el mayor bien es pequeño;
Que toda la vida es sueño,
Y los sueños, sueños son.
En la última jornada el pueblo de Polonia, conociendo que tiene un príncipe heredero al trono, organiza una insurrección para liberar a Segismundo y convertirlo en su rey. En contraste con su actitud anterior Segismundo se muestra como un rey amable y bondadoso.
Segismundo se enfrenta a las tropas de su padre el Rey Basilio. De la batalla salen vencedor Segismundo, que encontrándose frente a frente con el Rey le perdona la vida. En muestra de la gracia recibida Basilio admite su equivocación y le cede el trono a su hijo, quien gobierna de forma totalmente distinta a como el oráculo había predicho. La obra finaliza con el matrimonio de Segismundo con Estrella y de Astolfo con el amor de su vida Rosaura.
Uno de los principales tópicos que se ven marcados en la obra es la fuerte creencia católica y anti reformista que poseía Calderón de la Barca. Esto se ve claramente en el enfrentamiento que basa la novela; el libre albedrio del catolicismo frente a la predestinación de los protestantes.
Esta es la trama que ofrece la obra: Segismundo es condenado por ser predestinado a ser un rey tirano; sin embargo, es su libre albedrio lo que le sirve para salir victorioso de sus sufrimientos. Calderón de la Barca marca su creencia católica y pone en manifiesto su no creencia en los postulados reformistas.
Otro tema de vital importancia en la obra es la libertad. Segismundo se compara con muchas cosas entre ellas las aves, los brutos, animales, peces incluyendo los arroyos. Él habla sobre sus dotes superiores a ellos, esto causa que se haga la pregunta retórica "... ¿Qué ley, justicia o razón/ negar a los hombres sabe/ privilegio tan suave/ excepción tan principal, / que Dios le ha dado a un cristal, / a un pez, a un bruto y a un ave?...".
Esta idea de libertad se opone a la de su destino puesto que su destino inicialmente era estar sin libertad. Observamos la misma oposición entre el libre albedrio y la predestinación.
La dualidad se ve marcada por la presencia de dos opuestos dentro de un mismo personaje. Segismundo representa al bárbaro e irracional hombre, aquel que es comparado con las bestias. Sin embargo, al final de la obra termina representando a lo civilizado, al hombre educado. Este fenómeno de utilizar contrastes entre el hombre y la bestia vislumbran un recurso clásico del Barroco, llamado el Claroscuro.
En el soliloquio de Segismundo se destaca una de sus comparaciones. El arroyo representa para él esté está destinado a seguir su cauce. Este no tiene restricción para existir ya que este tiene "el campo abierto a su escape". Mientras que él se pregunta "... ¿y teniendo yo mas vida/ tengo menos libertad?...".
La vida es sueño se adelanta a descartes al afirmar que los sentidos nos pueden engañar y que concordando con Platón vivimos en un mundo que no es el real. Lo cual la convierte muchas veces en una obra más tratada desde sus aportes filosóficos que por su estética literaria.
Por: Andrés Cristancho
Bibliografía
· Calderón De La Barca, Pedro. La Vida Es Sueño. 2001. Editorial Sol 90
· La vida es sueño.
· Elenco: Nicolás Cancino, Víctor Hugo Morant, Ricardo Vélez, Manuel Sarmiento y Verónica López.
· Co-producción: Compañía Estable de Colombia, México, Argentina.
· Dirección: Pedro Salazar.
· Escenografía: Alejandro Luna.
· Lugar: Teatro Libre de Chapinero
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